Internacionales / Unas 80 familias fueron atendidas durante crisis del Covid 19 en la habana Cuba gracias a la Iglesia evangélica cubana.

 

Familias cristianas y no cristianas de La Habana recibieron ayuda humanitaria por el Ministerio Empoderando las Naciones durante el período de la Covid-19, de acuerdo con el Pastor Yosvani Cuenca, vicepresidente de la organización en la región occidental del país.  “La ayuda de las iglesias se mantuvo por siete meses, durante la fase epidémica”, señaló Cuenca.

El Ministerio Empoderando las Naciones, pertenece a la Convención Bautista de Cuba Oriental, nació el 6 de enero de 1991 en Babiney, comunidad de la oriental provincia Granma, y opera desde unas 63 iglesias en todo el país, de ellas ocho en la capital.

Las iglesias brindaron apoyo a familias cristianas que asisten a ellas y, de igual forma, a las no creyentes cercanas a los templos en medio del azote del nuevo Coronavirus, que va dejando más de 150 muertes no oficiales en la isla entre marzo a septiembre del 2020.

Un reciente artículo de la agencia de izquierda IPS, consideró que las Iglesias protestantes, con varias denominaciones registradas y sin registro oficial, podrían concentrar un cinco por ciento de la población cubana, “aunque es un segmento especialmente activo y tiene programas sociales que le dan visibilidad”.

En ese contexto, la junta directiva de El Ministerio Empoderando las Naciones  ofreció ayuda financiera para adquirir productos de primera necesidad como cárnicos, aceite, viandas, arroz, alimentos enlatados, embutidos y productos de aseo, en déficit permanente en la isla.

Restauración Familiar, una de las iglesias receptoras de los recursos, y canalizó ayuda para 40 familias, diez de ellas no creyentes.

La distribución llegó, además, a 25 familias del municipio San Miguel del Padrón y 15 de Mariel, en la provincia Artemisa.

“La ayuda recibida de la Iglesia Restauración Familiar nos llegó en plena crisis -expresó Ammy Rodero, beneficiaria del Municipio Habana del Este-, tengo dos niños pequeños y mi esposo estuvo recuperándose del síndrome de Guillain-Barré, de manera que no podía hacer esfuerzo físico y le era imposible salir a buscar suministros”.

 

Formativo VVR

Jesús R Romero Ch

@ch_ral